La experiencia es el producto de la mente, del espíritu. Pensamientos y emociones conscientes y pensamientos y emociones inconscientes forman la realidad que tú conoces. Tú no éstas a merced de una realidad, que existe como una parte separada de ti.
Estás conectado tan íntimamente con las circunstancias físicas que componen la experiencia de tu vida que a menudo no puedes distinguir entre lo que parece un suceso material y los pensamientos, expectativas y deseos que dieron el nacimiento a los sucesos.
Tus pensamientos más íntimos, si son altamente negativos, te están encarcelado entre barrotes que te separan de una vida más feliz. Mientras miremos a través de los barrotes, sin verlos, no podemos darnos cuenta de que son impedimentos. Estos obstáculos son los que tú has implantado con tus pensamientos negativos. Son tuyos y tienen una razón para existir. Porque los pensamientos son tuyos, eres tú quien ha de reconocerlos y descubrir las razones de su existencia.
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