De espectador,
ambulante voy por mi propio drama,
aprendiendo lecciones
mientras me observo.
Las emociones que surgen
como montañas, como saetas.
Los juicios que me enmarañan
que son mis propios juicios
en boca de ella.
La forma en que me defiendo
de aquello que no me ataca.
La falta que siento
de aliento
en mi pecho.
Y entonces me pierdo
y por unos instantes
no observo.
Y el drama se llena de miedo.
¿qué miedo?
Mi miedo.
Tu miedo
que poquito a poco es el mismo miedo.
jueves, 18 de septiembre de 2008
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