Espero.
Tranquilamente espero.
Espero sin esperar apenas,
sin construir cadenas,
internamente espero.
Pero no espero,
que voy haciendo
en un sin esperar
las cosas que siento que he de hacer,
para ser
este que soy
hoy.
Y vuelvo a comenzar.
No es un azar,
es lo que hago,
lo que hace,
que la aventura que yo escojo
se produzca.
Y lo que pienso es lo que hago
cuando lo elijo hacer.
De una forma consciente voy produciendo
un consciente presente.
Me miro, me veo como estoy,
no como soy
porque este ser cambiante
va cada instante
creando un nuevo ser.
La calma
se ha posado en mi alma
pero en mi pecho
aún siento lo que toca,
y veo porque toca
vivir esta aventura.
domingo, 7 de septiembre de 2008
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