Todos queremos que nos quieran. Y estamos compitiendo por la atención y el amor de los que nos rodean. Luego lo defendemos para que no nos lo quiten.
Y nos defendemos contra la competencia y contra los que nos otorgan el amor. "Hoy no me has dado mi dosis, hoy quieres más a otro. Me decepcionas." Eso es lo más normal del mundo. Todos sentimos ese impulso.
Pero nunca te darán suficiente, porque ese tipo de aprobación es muy precaria. No te sientes seguro de ella y tratas de controlarla, siendo un niño bueno. Creo que el problema es que otros tienen otro centro para su universo. No encuentro otra solución que la resignación a aceptar el amor que te den y a disfrutar de él cuando toca, pero si ellos están en otra cosa, pues tenemos que tirar de las reservas que tenemos en la bodega del amor por uno mismo.
Creo que cuanto menos pides, más te dan. Es la ley de la atracción, cuando te sientes amado eso es lo que eres y no necesitas pedirlo, si te siente no amado y lo pides eso es lo que atraes, una experiencia de falta de amor
viernes, 17 de octubre de 2008
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