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Si contemplamos una simple almendra no somos conscientes de su poder, de su potencial de crear un campo de almendros. Ninguna semilla consulta a las otras para crecer, es una decisión propia y valerosa... Una cerilla puede quemar un bosque, un corazón apasionado puede prender muchos otros.
Extracto de "Maestro, de corazón" escrito por Carlos González Pérez. www.ladanzadelavida12.blogspot.com
2 comentarios:
Excelente metáfora sobre la existencia.
Salu2
Tristemente, a la cerilla a veces la apaga una lágrima, y la almendra a veces se niega a germinar.
Pero afortunadamente, en nosotros existe la voluntad.
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