viernes, 9 de abril de 2010




Si contemplamos una simple almendra no somos conscientes de su poder, de su potencial de crear un campo de almendros. Ninguna semilla consulta a las otras para crecer, es una decisión propia y valerosa... Una cerilla puede quemar un bosque, un corazón apasionado puede prender muchos otros.

Extracto de "Maestro, de corazón" escrito por Carlos González Pérez. www.ladanzadelavida12.blogspot.com

2 comentarios:

Tordon dijo...

Excelente metáfora sobre la existencia.
Salu2

Pele Ón dijo...

Tristemente, a la cerilla a veces la apaga una lágrima, y la almendra a veces se niega a germinar.
Pero afortunadamente, en nosotros existe la voluntad.

Gestionar lo que nos duele para el beneficio de todos.

La buena salud de todas las relaciones, incluida la de pareja, siempre que lo que se busque sea sin dudar la felicidad de todos los implic...