domingo, 2 de agosto de 2009
Sufrimiento
Uno sufre cuando quiere controlar lo que otros hacen. Cuando te rindes a que hagan lo que quieran te liberas de ese sufrimiento. Lo que realmente importa es lo que haces tú, no lo que otros hagan; quién eres tú, no quién es el otro. Cuando les das permiso a ser quiénes ellos quieran, te das permiso a ti mismo a ser quien eres.
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7 comentarios:
Marce, me has hecho caer en una gran verdad, si liberamos y despojamos de posesiones y controles la verdaera libertad se muestra ante nosotros.
Gracias
Hola Marce, es muy cierto también eso, y también me pasa mucho...Gracias por tus razonamientos, son muy buenos.
Besos.
Aquello que no nos gusta es el reflejo de nuestra sombra. Luchar contra algo externo es matarnos un poco.
Fluir, "no hacer" taoista, está mucho más en consonancia con la armonía.
Encontrar un alma con los mismos intereses es siempre un júbilo que no se puede explicar con palabras.
Mucha Luz,
Selena
"Encontrar un alma con los mismos intereses es siempre un júbilo que no se puede explicar con palabras."
Ok. Pero...
Ya sería tremendo encontrar una alma con la misma actitud en pos de los mismos intereses. Anónimo ha tenido la fortuna -cree él, cuyas creencias son respetabilísimas- de haber recibido el mayor de los regalos: el alma con la misma actitud. Añade Anónimo que, con la misma actitud, es fácil que brote -por la naturalidad inevitable del brote- el interés común.
Vamos, digo yo, dice él.
Anónimo es que está un poco chiflado.
Querido Anónimo. Como ves, tengo el blog muy desatendido. Mi vida es ahora mismo trepidante, y mi mente está en otras cosas. Pero me has dedicado tu tiempo hoy por tres veces para comentar y eso merece sin lugar a dudas que yo también comparta contigo un poco del mío.
Y te diré que sí las creencias de Anónimo son tales, y seguro que son muy de respetar, la naturalidad del interés común estaría garantizada.
Y añadiré que muchas veces la cordura se disfraza de chiflada ante los ojos que no ven.
Un saludo.
Antes de responder a tus palabras, estimado CuanMarce, he de darte las gracias por haber gastado un poco de tu tiempo con Anónimo, que el tiempo es oro -dicen- y no está para dilapidarlo -a Anónimo le gusta perderlo y perderse en él.
Leídas, no sé si ponerme ahora mismo a dar botes y hasta rebotes de alegría o, más atemperado, preguntarle a esa persona "otra" -sí: sé que esa anónima expresión es muy poco transpersonal- si me garantiza "la naturalidad del interés común", dadas las creencias de Anónimo.
Sin más, de ti se despide hasta la siguiente
El Anónimo de la triste figura.
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