
Lo que percibimos del exterior a través de nuestros sentidos, incluso hasta cuando no nos percatamos, está constantemente siendo analizado y filtrado por la mente para determinar si es de nuestra incumbencia y qué significado tiene. Ese proceso es un filtro personal que destila la información misma y que funciona de forma circular, de manera que las conclusiones de hoy bien pueden ser las razones de mañana, que pueden hacer que nos adentremos cada vez más en una dirección muy concreta y muy limitada.
Algunas de nuestras creencias sirven para interpretar y entender lo que vemos, otras se usan como trampolín para conectar con ideas ajenas, otras son ideas que nuestro albedrío inventa. Toda nuestra vida es la resultante de un fastuoso mosaico de pensamientos a los que les damos en muy diversos grados un crédito absolutamente subjetivo. Si bien en muchos casos pudiera parecernos objetivo, sin serlo en realidad.
3 comentarios:
Estoy de acuerdo contigo en lo que expones, Cuan, sí, pero...
¿como puedes comprimir tanto en tan poco espacio?
Lo que dices me parece de cajón, pero tan bien expresado, tan conciso, que me admira.
Gracias, Cuan, por recordarme cosas importantes.
Interesante en el fondo y bello en la forma.
Felicidades, CuanMarce ,por este hermoso párrafo.
Un abrazo
Creemos ser El Observador, y somos objetos.
Sin embargo, el libre albedrío, por lógica, tiene que existir. Y si no, apaga y vámonos. Sin pagar, claro, que yo no he pedido nada.
La desesperación más absoluta es pensar que esto no tiene sentido (Chesterton).
(si me repito mucho, lo decís)
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