
En el mundo microscópico las propiedades de los objetos no tienen que estar definidas. Se definen en la medida que las observamos, de esta forma el observador juega un papel fundamental en el proceso, es una parte activa. Cuando mido u observo algunas propiedades de una partícula, otras, por necesidad, quedan sin definir. En definitiva la computación cuántica se aprovecha de esos estados difusos de la computación, de esas indefiniciones. Es muy difícil llegar a entenderlo si no se conoce a fondo la mecánica cuántica. Es como si alguien juega al ajedrez pero de pronto las reglas cambian y el caballo puede moverse en todas direcciones. Son unas nuevas reglas del juego y podemos hacer uso de ellas.
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